I do not think most of us have experienced anything like the current disruptions of life that Coronavirus has brought us to. For me personally it is somewhat similar to living in a refugee camp in Central America years ago or living in Nicaragua during the war years. Quite simply, there is no normal. It is deeply disturbing that we cannot celebrate the sacraments publicly or visit the sick. I had thought that we could distribute Palms this Sunday but we cannot, I would like to visit the elderly and sick of the parish but I cannot, not because I am afraid of getting sick but because I do not know if I might be a carrier without symptoms and make parishioners sick.
The secretary general of the United Nations, Antonio Guterres, has said that this will be the worst world wide crisis since World War II. I hope not, but if so it is all the more important that we persevere in our faith. If we do, we will also keep strong in hope and have the power to love. There may be times in the life of each of us when we get discouraged and frustrated. Please read the Gospel of Saint Luke 24:13-35. It will remind you of what you know in your heart: Christ has died and Risen, and conquered sin and death.
Please memorize and repeat Padre Pio's motto: "Pray, hope, and don't worry. Worry is useless".
May the Lord bless you on this Palm Sunday and may the mysteries of Holy Week take root in your hearts and minds.
I have attempted to phone many parishioners. Unfortunately the majority are either not at home or have changed their phone number. If you need to reach me, please call the parish. We are working at having all calls forwarded to my cell phone so we can speak when necessary.
God bless you.
Fr. Tom
Yo no creo que ninguno de nosotros ha experimentado algo como las interrupciones actuales a nuestras vidas causadas por el Virus Corona COVID-19. Para mí personalmente es algo similar a mi experiencia viviendo en un campamento de refugiados en América Central años atrás o cuando viví en Nicaragua durante los años de guerra. Simplemente, no hay normalidad. Es extremadamente alarmante que no podemos celebrar los sacramentos públicamente o visitar a los enfermos. Yo tenía la esperanza de que podríamos distribuir Palmas este domingo pero no podemos, me gustaría visitar a los ancianos y a los enfermos pero no puedo, no porque tenga miedo de enfermarme, si nó, porque no sé si yo podría portar el virus sin tener síntomas lo que podría enfermar a nuestros feligreses.
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha dicho que esta será la peor crisis mundial desde la Segunda Guerra Mundial. Yo espero que nó, pero si es así, es aún más importante que perseveremos en nuestra fe. Si lo hacemos, nos mantendremos fuerte en la esperanza con el poder de amar. Por favor lean el Evangelio de San Lucas, 24:13-35. Les recordará de lo que ustedes saben en sus corazones: Cristo ha muerto y ha Resucitado, y ha dominado el pecado y la muerte.
Por favor memorícense y repitan el lema del Padre Pio: “Recen, esperen y no se preocupen. La preocupación es inútil”.
Que el Señor los bendiga en este Domingo de Ramos y que los misterios de la Semana Santa se solidifiquen en sus corazones y mentes.
He tratado de comunicarme por teléfono con muchos feligreses. Desafortunadamente, la mayoría o no están en casa o han cambiado sus números de teléfono. Si necesitan hablar conmigo, por favor contacten a la parroquia. Estamos trabajando en que todas las llamadas sean automáticamente enviadas a mi celular para que podamos hablar cuando sea necesario.